Influencers en Black Friday: estrategias de marketing y algo de humor

El Black Friday llega como un huracán y transforma nuestros feeds en un mar de “¡OFERTAS IMPERDIBLES!” Y ahí están ellos: nuestros queridos influencers, que de repente se convierten en embajadores no oficiales de cada marca conocida (y desconocida). Pero lo mejor –o peor, según se mire– no está en las grandes campañas que promueven, sino en la cantidad de códigos de afiliado de Amazon que nos encajan con entusiasmo y sin descanso.

Un ejemplo clásico es el caso de esos influencers lifestyle que, entre una recomendación de una crema antiarrugas milagrosa y un story llorando porque su cafetera se ha roto, te meten 15 enlaces a lámparas LED, fundas para iPhone y peluches de dudoso gusto que nadie sabía que existían, pero que ahora “necesitamos urgentemente”. El lema parece ser claro: “Si se vende en Amazon, yo lo enchufo. Alguien picará.”

Sabemos que el Black Friday saca lo mejor y lo peor de todos, pero los influencers juegan en otra liga.

Su feed pasa de contenido inspirador a convertirse en una teletienda 24/7. Esos enlaces de afiliados para una sartén de cobre que “prácticamente cocina sola” o esa freidora de aire revolucionaria que supuestamente “hará que tu abuela deje de criticar tu comida”, no están ahí por amor al arte.

Cada clic cuenta, y en este juego, lo que importa no es cuánto necesites el producto, sino cuántos enlaces pueden meter en un solo story.

El Black Friday sigue siendo un momento crucial para las marcas. No solo es la oportunidad perfecta para liquidar inventario, sino también para captar clientes que repitan en Navidad. Para muchas empresas, este es el gran sprint final para cerrar un año complicado con números verdes. Sin embargo, para los consumidores, el encanto de este día ha ido perdiéndose. Lo que antes era un evento emocionante y lleno de grandes descuentos, ahora a menudo parece un espejismo, con “rebajas” que ya vimos en octubre.

Y aquí entra la paradoja: las marcas saben que los usuarios son cada vez más escépticos, pero eso no detiene la fiebre del marketing. Influencers, banners y newsletters nos bombardean sin descanso, convirtiendo el Black Friday en una mezcla de ofertas reales y ruido publicitario.

Por si fuera poco, grandes marcas como Apple se unen a la ironía del momento con iniciativas donde, en lugar de descuentos, cargan un 30% extra por comprar desde sus dispositivos móviles. Parece que el Black Friday ya no es lo que era… pero seguro que puedes encontrar algo en el próximo enlace de afiliado. ¡Swipe up!